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PRÁCTICAS DANCÍSTICAS Y DESAFÍOS DEL GRUPO DE DANZA MODERNA DEL INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL [1]

 

Roxana Guadalupe Ramos -Villalobos[2]
Instituto Nacional de Bellas Artes. México.

Recibido: enero 17 de 2018/Revisado: abril 17 de 2018 / Aceptado: mayo 15 de 2018

 

Resumen: El artículo expone un estudio sobre las prácticas dancísticas y los desafíos que vivió el Grupo representativo de danza moderna del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) durante el periodo 1977-1990, cuando fue dirigido por Socorro Bastida, quien fungió como Coordinadora nacional de danza clásica y moderna del mencionado Instituto.  El trabajo consistió en analizar las condiciones y procesos históricos, políticos, sociales y artísticos que permitieron que la danza clásica y moderna despuntara en el IMSS en la década de los setenta y ochenta del siglo XX, y se formara un grupo con aficionados; igualmente identificar a los sujetos protagonistas que lo integraron, las prácticas que generaron, los desafíos que enfrentaron y sus principales contribuciones.  Se abordó desde dos enfoques metodológicos: el histórico, el cual, de acuerdo con Fernand Braudel (1970), propone que el análisis de las diferentes duraciones y temporalidades de los hechos sociales, se presenta como un problema que atañe a las ciencias sociales y humanas; y el educativo, centrado en la educación dancística no formal.  Se consultaron los archivos: histórico del IMSS y el particular de Socorro Bastida, y se realizó entrevistas a su directora e integrantes.  El proceso del Grupo representativo de danza moderna del IMSS durante el periodo aludido, fue importante porque retomó y estudió algunas características que implican servicio a la comunidad, como fueron: la gratuidad de los talleres, el trabajo colaborativo, prácticas escénicas dirigidas a la población en general, la creación corporativa y el establecimiento de un vínculo entre intérpretes y público.

 

Palabras clave: Danza clásica, danza moderna, educación no formal, historia de la educación (Tesauro); prácticas dancísticas (Palabras clave del autor).

 

Dancing practices and challenges of the modern Dance Group of the Mexican Institute of Social Security

 

Abstract: The article presents a study on dance practices and the challenges experienced by the representative group of modern dance of the Mexican Institute of Social Security (IMSS) during the period 1977-1990, when it was directed by Socorro Bastida, who served as National Classic and Modern Dance Coordinator of the mentioned Institute. The work consisted in first, to analyze the historical, political, social and artistic conditions and processes that allowed classical and modern dance to take off at the IMSS in the seventies and eighties of the twentieth century, resulting in forming of a group with amateurs; second, to identify not only the protagonist subjects that integrated it, but also the practices they generated, the challenges they faced and their main contributions. On the other hand, the study was approached from two methodological approaches: the historical one, which, according to Fernand Braudel (1970), proposes the analysis of the different durations and temporalities of social facts is presented as a problem that concerns the social and human sciences; and the educational one, focused on non-formal dance education. The IMSS historical file and Socorro Bastida's individual one were consulted, and interviews were held with its director and members. The process of the representative group of modern dance of the IMSS during the aforementioned period was important because it took up and studied some characteristics that imply service to the community, such as: free workshops, collaborative work, scenic practices directed to the population in general, the corporate creation and the establishment of a link between interpreters and the public.

 

Key-words: Classical dance, modern dance, non-formal education, history of education (Thesaurus); dance practices (Author’s Keywords).

 

Práticas de dança e desafios do Grupo de Dança Moderna do Instituto Mexicano de Seguridade Social

Resumo: O artigo apresenta um estudo sobre práticas de dança e os desafios vividos pelo grupo representativo da dança moderna do Instituto Mexicano de Seguridade Social (IMSS) no período 1977-1990, quando foi dirigido por Socorro Bastida, que atuou como Coordenadora Nacional de dança clássica e moderna no referido Instituto. O trabalho consistiu em analisar as condições e processos históricos, políticos, sociais e artísticos que permitiram que a dança clássica e moderna decolarem no IMSS na decada nos anos setenta e oitenta do século XX, e formarem um grupo com aficionados; também se identificou aos sujeitos protagonistas que a integraram, as práticas que geraram, os desafios enfrentados e suas principais contribuições. Abordou-se a partir de duas abordagens metodológicas: a histórica, que, segundo Fernand Braudel (1970), propõe que a análise das diferentes durações e temporalidades dos fatos sociais, se apresenta como um problema que afeta às ciências sociais e humanas; e o educacional, centrado na educação da dança não formal. Foram consultados os arquivos:  histórico do IMSS e o particular Socorro Bastida, e foram realizadas entrevistas a sua diretora e membros. O processo do grupo representativo de dança moderna do IMSS durante o referido período, foi importante porque abordou e estudou algumas características que implicam o atendimento à comunidade, tais como: atividades gratuitas, trabalho colaborativo, práticas cênicas voltadas para a população em geral,  criação corporativa e o estabelecimento de um vínculo entre os intérpretes e o público.

 

Palavras-chave: Dança clássica, dança moderna, educação não formal, história da educação (Tesauro); práticas da dança (Palavras- chave do autor).

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

Fue un soplo el que nos puso a danzar en la danza,

polvo hecho gozo,

cogimos de la mano el polvo gozoso,

y soñamos sueños,

y algunos escribimos sueños.

-Salvador Novo-

 

En el artículo se da a conocer algunas de las prácticas y desafíos que el Grupo representativo de danza moderna del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) vivió durante los trece años que estuvo vigente, así como los resultados que obtuvo y los factores que contribuyeron para que se considere una experiencia exitosa.

 

Las preguntas que guiaron el estudio fueron: ¿Qué condiciones y procesos históricos, políticos, sociales y artísticos permitieron que la danza clásica y moderna despuntara en el IMSS en la década de los setenta y ochenta del siglo XX, y se formara un grupo de danza con aficionados?  ¿Quiénes fueron los sujetos protagonistas que lo integraron, cuáles las prácticas que generaron, los desafíos que enfrentaron y sus principales contribuciones?

 

De acuerdo con Braudel (1970), el trabajo se abordó desde la perspectiva histórica, lo que significa entender al IMSS como un espacio de práctica y formación artística, con una multiplicidad de tiempos, de espacios y de procesos en que se despliega la vida de los seres humanos en sociedad, centrando la atención en la educación dancística no formal, a fin de “integrar en el propio ámbito de trabajo [educación dancística], una forma de pensar históricamente las prácticas y discursos, como una forma… de analizar y avanzar en la construcción de este campo particular de conocimientos” (Aguirre, 2001, pp. 11-12).

 

Para su elaboración se consultó el archivo histórico del IMSS, el archivo particular de Socorro Bastida y se realizaron entrevistas a su directora e integrantes.

Para intentar dar respuesta a algunas de las preguntas planteadas, se dividió el artículo en tres apartados: el primero se refiere a cómo surgió el Grupo y quién fue su directora; el segundo hace referencia a sus objetivos y prácticas, y en el tercero se presentan la discusión y conclusiones.

 

 

 

¿Cómo surgió el Grupo y quién fue su directora?

 

El Grupo representativo de danza moderna de prestaciones sociales del IMSS fue un proyecto que la bailarina, docente y coreógrafa mexicana Socorro Bastida creó y mantuvo desde 1977 a 1990, durante su estancia como Coordinadora nacional de danza clásica y moderna de dicha Institución.

 

Para entender cómo surge el Grupo, es importante remontarse a la creación del IMSS, Institución mexicana de salud que inició actividades el 22 de enero de 1943, durante el sexenio del general Manuel Ávila Camacho (1940-1946).

 

Desde el principio, el Seguro Social se definió como un “organismo público, descentralizado, con personalidad y patrimonio propios”, al que se le asignó el propósito de “garantizar el derecho a la salud, la asistencia médica, la protección de los medios de subsistencia y los servicios sociales necesarios para el bienestar individual y colectivo” (Ley del Seguro Social, 1995, p. 26) de sus derechohabientes.

 

Con la autorización de la Ley de 1943, la Institución detectó que la demanda de servicios médicos se incrementaba paulatinamente debido a varios factores, como: falta de capacitación de la mano de obra existente, la demanda de trabajo era mayor que la oferta, deficiencias en la nutrición del mexicano por falta de conocimiento y de recursos económicos, falta de higiene, alta incidencia de insalubridad y enfermedades, y un alto porcentaje de analfabetismo que ascendía al 48% de la población, es decir, 9´500.000 personas (IMSS, 1983, p. 146).

 

Con el fin de dar solución a lo antes planteado, en 1945, el IMSS impulsó una serie de programas, entre ellos, campañas de alfabetización, brigadas para capacitar a la población y resolver los problemas de nutrición e higiene más apremiantes y cursos de educación médico-higiénica, “estas actividades se impartieron en los Centros de Proalfabetización que la SEP creó, de los cuales, el IMSS conservó treinta y siete y los transformó entre 1949 y 1950, en Centros de Educación Popular y de Seguridad Social” (Ramos, 2015, p. 45); estos centros, cuatro años después, se llamaron Casas de la Asegurada (CA) y en 1960, Centros de Seguridad Social (CSS).

 

La creación de las CA fue una de las respuestas al decreto que se publicó el 17 de octubre de 1953, en el que se reconoció el derecho de las mujeres al voto y el que se autorizó después de una larga lucha que emprendieron las mujeres a partir de la Revolución Mexicana.

 

Uno de los artículos que sustenta la apertura de las CA, es el 107 de la Ley del Seguro Social de 1943, a través del cual se configuró con mayor precisión el régimen de seguridad social a partir de 1956.  Dicho artículo señala que dentro de las funciones principales del IMSS, se encuentra la de “difundir conocimientos y prácticas de previsión social” (p. 67). 

 

Las prácticas son el resultado de las acciones de los individuos, y es a través de ellas que la persona se inserta en el ámbito del conocimiento.  Pueden entenderse como el “modo de obrar y de pensar, que da clave de inteligibilidad para la constitución correlativa del sujeto y del objeto” (Foucault, 1999, p. 367).  Entre las prácticas de previsión social que el IMSS instrumentó, se encuentran la difusión y la enseñanza de la danza.

 

Así, dentro del IMSS, el área encargada de coordinar los programas de danza, fue la Coordinación nacional de danza clásica y moderna que estuvo a cargo de Socorro Bastida de 1973 a 1986.

 

La designación de Socorro Bastida como Coordinadora nacional de danza clásica y moderna, no fue fortuita; cuando la maestra Bastida le manifestó a la poeta y escritora Griselda Álvarez su deseo de trabajar en el IMSS, la profesora Álvarez, quien en ese momento era la jefa de los Servicios de Prestaciones Sociales de la institución, de inmediato la contrató ya que para ese momento la bailarina y coreógrafa mexicana contaba con una sólida trayectoria y experiencia.

 

Socorro Bastida había estudiado la carrera de profesora de danza en la Escuela de Danza de la Secretaría de Educación Pública (SEP), graduándose en 1941; de inmediato debutó como bailarina en el Ballet de Ciudad de México, compañía de danza clásica que pertenecía a la Escuela de Danza y que estaba dirigida por las hermanas Nellie y Campobello, el escritor Martín Luis Guzmán y el pintor José Clemente Orozco (Ramos, 2017).

 

Sus estudios como profesora de danza y la experiencia que había adquirido como bailarina del Ballet de la Ciudad de México, le abrieron las puertas para bailar en compañías extranjeras, como fue el caso del ballet de School of American Ballet y el Original Ballet Russe del Coronel Wasilly de Basil.

 

Asimismo, fue seleccionada como bailarina por las compañías mexicanas más importantes del momento, y con compañías extranjeras que visitaban México y que requerían bailarines locales para las funciones programadas en el país.  Así es como Socorro Bastida incursionó en varios géneros dancísticos: danza clásica, danza moderna, teatro de revista y danza folclórica.

 

Algunas otras compañías con las que bailó, fueron las siguientes: a) Ballet Chapultepec, dirigido por Ricardo y José Silva; b) la compañía de la bailarina cubana Alicia Alonso, con la que incluso trabajó durante un año en La Habana, Cuba; c) Ballet Concierto, a cargo de Serge Unger y Michel Panaieff; d) Ballet Arts de Nueva York, que le dio la oportunidad de compartir la escena con los primeros bailarines Nana Gollner y Paul Petroff; e) Grupo Quinteto, a cargo de Magda Montoya, Rosa Reyna y los hermanos Silva; f) Ballet de Bellas Artes, bajo la dirección de Guillermo Keys; g) Ballet de Cámara, compañía independiente que funcionaba con recursos propios; h) Ballet Folklórico de Amalia Hernández, y i) de 1963 a 1971, con Ballet Clásico de México, compañía que se formó con los mejores bailarines del Ballet de Cámara y del Ballet Concierto, por lo que se le puede considerar antecedente de la compañía Nacional de Danza (Ramos, 2017).

 

Para ese momento, Socorro Bastida también ya tenía experiencia como profesora de danza ya que había dado clases de danza clásica y folclórica en la Young Women’s Christian Association (YWCA), y de danza clásica en la Academia de la Danza México, escuela profesional de danza que pertenecía a la SEP y al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

 

Igualmente, la bailarina mexicana había trabajado en la televisión, en varias películas, en centros nocturnos, como modelo de trajes mexicanos y de ropa de calle, e incluso realizó estudios por cerca de un año (6 de septiembre de 1955 al 30 de junio de 1956) en Estados Unidos en The School of American Ballet de George Blanchine, para perfeccionar su técnica, y en la década de los setenta del siglo XX, en The Royal Academy of Dancing para cursar la licenciatura como profesora de Classical Ballet-Cecchetti Method y la licenciatura de la escuela de Notación de Danza Benesh (Ramos, 2017).

 

 

Objetivos y prácticas dancísticas del Grupo

 

Socorro Bastida ingresó al IMSS en 1973 como Coordinadora nacional de danza clásica y moderna.  Entre los programas que trabajó, está el de la creación del Grupo representativo de danza moderna; para integrarlo, decidió seleccionar, en 1977, a las mejores estudiantes de danza de los 15 CSS del Valle de México.  Eligió a 17 jovencitas, quienes tenían entre 15 y 20 años: Claudia Cerecedo, Laura Cerecedo, Gabriela Cerecedo, Elizabeth Betancourt, Patricia Rico, Elsa Martínez, Silvia Aguilera, Pilar Eguiluz, Georgina Gutiérrez, Roseyra Marenco (sobrina de la maestra Roseyra Marenco), Rosario Sánchez, Laura Arteaga, Alicia Valdéz, Soledad Juárez, Ana María Juárez, Cristina Ruiz y Elsa Patricia Martínez.

 

Los objetivos del Grupo eran representar a la Institución, bailar en las ceremonias o festividades de otras empresas allegadas al IMSS que lo solicitaran, difundir y acercar la danza contemporánea a otros públicos, motivar a las bailarinas a continuar su formación dancística y a los estudiantes de danza a prepararse con ahínco para formar parte del Grupo. Un punto fundamental que es importante señalar, es que las clases de danza en el IMSS eran gratuitas y abiertas para la población en general.

 

Una de las integrantes del grupo platica cómo fue su preparación dancística, de la siguiente manera:

 

En 1972 inicié mis estudios de danza, en la Casa de la Asegurada (CA) de Contreras, una amiga me platicó que las clases eran gratuitas.  Mi maestra fue Maritza Caloca, una bella persona que daba unas clases muy bonitas, con ella estudié 5 años, una hora diaria, de lunes a jueves; teníamos una maestra de música que nos acompañaba en el piano. Varias veces bailamos en el CSS Contreras, el Ave María y La primavera de Vivaldi; se hacían funciones para que la comunidad conociera los teatros del IMSS (Rico, 2015).

 

El Grupo antes de presentarse formalmente en escena, trabajó dos años (1977-1979), en los cuales tomaban clase los sábados de 9:00 a 13:00 con Socorro Bastida y entresemana con los maestros de los CSS.

 

Las bailarinas también tuvieron la oportunidad de participar en los seminarios, talleres, cursos y conferencias que organizaba el IMSS para los profesores de danza; así fue como conocieron y tomaron clase con maestros nacionales y extranjeros, como Federico Castro, Nancy Fergunson, Cal del Pozo, Guillermo Palomares, Guillermo Maldonado, Cecilia Appleton, Cecilia Lugo, Andrea Gavilondo y Raúl Flores Canelo.  De esas clases, Patricia Rico (2015) recuerda algunas anécdotas:

 

El maestro Raúl Flores Canelo se sentaba en el piso con su café y desde ahí nos dirigía… en una ocasión, Cal del Pozo llegó a la clase y nos encontró platicando y se sorprendió y nos dijo: “cómo es posible que no se estén estirando y calentando, deben de aprovechar cada minuto, cada instante”.

 

El debut del Grupo fue el 23 de noviembre de 1979, en el Segundo Festival de Danza Moderna que organizó el IMSS en el Teatro Félix Azuela[3].

 

Para entrenar a sus estudiantes, Socorro Bastida les daba lo básico de la técnica clásica, aunque también les enseñaba técnica Graham, Limón, Jazz (Bastida, 2014).  La estructura de la clase, según una de las integrantes, tenía el siguiente orden:

 

Empezábamos en el centro del salón, calentábamos cuello, brazos, tobillos; después a la barra, hacíamos estiramientos de las piernas, cambrés, movimientos de la técnica Limón, utilizábamos frente, laterales. Nuevamente al centro y hacíamos todo el trabajo de piso, también adagios y después diagonales [La clase duraba 4 horas] una hora para barra, otra, para centro, una más para diagonal y el resto para el montaje coreográfico (Rico, 2015).

 

La persona encargada de diseñar y construir la escenografía y utilería era Máximo Tizoc, quien trabajaba para el IMSS; el vestuario lo proporcionaba el Seguro Social: “el día de la función, por parte del IMSS, nos entregaban el vestuario en ganchos, directo de la tintorería; las mallas y los leotardos eran personales, pero también lo aportaba el Seguro Social” (Rico, 2015).

 

El repertorio que logró conjuntar el Grupo, constó de 21 coreografías: 14 de la maestra Socorro Bastida, 4 de Roseyra  Marenco, 2 de coreógrafos invitados y una en la que participaron coreógrafos que no eran del grupo.

 

Coreografías de Socorro Bastida:

1.      Evoluciones y variaciones.  Música, batería (1979).

2.      El Cóndor pasa.  Música popular peruana (1979).

3.      Huapango.  Música de José Pablo Moncayo (1980).

4.      Panorama de movimiento.  Música Beatles (1980).

5.      Geometridanza proyectiva.  Música de Nancarrow (1980).

6.      Bach electrónico.  Música de Bach, versión de Walter Carlos (1980).

7.      Sones de mariachi.  Música de Blas Galindo (1980).

8.      Suite de Jazz.  Música de Deodato, Bebo Silvetti y Louis Prima (1981).

9.      Desde los tiempos del Vals.  Música de José de Jesús Martínez (swing, samba, batucada, mambo, son, jazz) (1983).

10.  Convivencia.  Música de Bach, versión W. Carlos (1984).

11.  Remembranzas. Coreografía de Socorro Bastida y Guillermo Palomares, música de Igor Stravinsky y Colon Nacarrow (1985).

12.  Cempazuchitl.  Música de Blas Galindo (1985).

13.  Homenaje.  Música de Rafael Elizondo (1985).

14.  Mexicayotl.  Música de Carlos Chávez (1985).

Coreografías de Roseyra Marenco:

1.      Poema. Música en el escenario de Lolita de la Colina y “Te he querido tanto” de Ray Galindo, voz de Raquel Olmedo (1979).

2.      Veracruz.  Movimientos que expresan el júbilo de la pesca, música de Baqueiro y Foster y Pablo Moncayo (1979).

3.      Danzas indígenas jaliscienses (El entierro, El renacer, El gusto).  Música de José Rolón (1979).

4.      Planos.  Música de Silvestre Revueltas (1980).

Otros coreógrafos:

1.      Historia de mujeres.  Coreografía de Andrea Gabilondo, música de Astor Piazzola (1981).

2.      Conversaciones. Coreografía de Guillermo Palomares, música de Héctor Villalobos (1984).

Varios coreógrafos:

1.      Sentimientos, “Lamento” (1981). Coreografía de Roseyra Marenco, música de Laurindo Almeida; “Sensibilidad” o “Alegría” (1981), coreografía de Nancy Ferguson, música de Johan Pachelbel; “Miedo” (1984), coreografía de Socorro Bastida, música de Conlon Nancarrow; “Soledades”, coreografía de Cecilia Appleton, música de Astor Piazzola (1985).

 

La metodología que Socorro Bastida utilizaba para realizar los montajes coreográficos, consistía en:

 

Primero nos observaba, después nos enseñaba los pasos, marcaba el lugar que íbamos a ocupar y nos ponía la música, corregía, limpiaba la coreografía y nos llevaba al teatro a ensayar 3 o 4 veces antes de la función…  La técnica principal era la clásica, pero también usábamos técnica Graham (contracciones, piso) y jazz (Rico, 2015).

 

Patricia Rico (2015) cuenta:

 

Las coreografías que más bailamos fueron Huapango y Sones de mariachi…  En una ocasión nos presentamos en el Teatro de la Ciudad, era una función para la embajada de Canadá. El teatro estaba lleno, la orquesta, el cuerpo diplomático. Un silencio impresionante…  Escuchamos la música y empezamos a bailar, al final el público se puso de pie.

 

El Cóndor pasa fue otra coreografía de Socorro Bastida que se presentó en varias ocasiones:

 

Se la pidieron a la maestra para presentarla en el Auditorio Nacional. La escenografía era unos peñascos, la música en vivo y en el intermedio, un declamador decía una poesía…  Esta coreografía la presentamos también en el Campo Marte, en Oaxtepec y en varios foros más (Rico, 2015).

 

Para elegir los temas de las coreografías, la maestra Bastida en algunas ocasiones pensaba en el público; al respecto ella cuenta:

 

Desde los tiempos del vals, la pensé para los estudiantes de primaria y secundaria, era muy divertida, incluía swing, samba, batucada, mambo, son, jazz, pero para formar una función también incluíamos otros trabajos como Planos o Danzas indígenas jaliscienses, de Roseyra Marenco (Bastida, 2014).

 

El Grupo participó en varios desfiles del 20 de noviembre, 6 de enero y, en una ocasión, en un desfile en Morelia Michoacán[4].  La organización del desfile del 20 de noviembre, varias veces corrió a cargo de Socorro Bastida, quien según su relato “previamente les mostraba a los maestros los movimientos y secuencias que ellos tenían que enseñarles a los socio-alumnos; cuando los estudiantes estaban listos, nos reuníamos en una plaza para un ensayo general” (Bastida, 2014).

 

De un desfile se escribió:

 

El contingente artístico representará escenas plásticas y de danzas de la época de la Revolución Mexicana; tomando como base la música del son jalisciense “La negra” la cual fue compuesta y escrita en honor a la máquina de ferrocarril del mismo nombre.  La imagen del carro alegórico estará compuesto por una máquina de vapor tirado de un vagón ilustrando una de las formas de cómo utilizaba dicho vehículo en su interior y exterior.  Los grupos de danza moderna precederán al carro alegórico, efectuando la coreografía utilizada en la ceremonia de inauguración de Confrontación deportiva sobre la marcha, viéndonos obligados a hacer las modificaciones adecuadas para que los 5 postes se deslicen sobre el asfalto (Documento mecanográfico, 1986, s.p.).

 

El Grupo de danza de Socorro Bastida también actuó en el homenaje que se organizó en honor al nadador olímpico Carlos Girón Gutiérrez[5]; el reporte de ese día fue el siguiente:

 

Participó el Grupo representativo de danza contemporánea del IMSS con un total de 180 elementos, música Sones de Mariachi del maestro Blas Galindo; elementos de utilería: escenografía que consiste en 5 postes con guías de festón.  Los grupos de danza moderna y folclórica entran a la cancha, a ritmo de la música, con una paloma viva en las manos, la cual lanzan al viento al iniciar la danza. Los 5 grupos de danza moderna compuestos de 16 elementos cada uno, bailan alrededor de los 5 postes con coreografía adecuada para tejer y destejer los festones.  Los grupos de danza regional utilizan una coreografía complementaria y de enmarque a los círculos formados por los elementos de danza moderna (Coordinación Nacional de Danza Clásica y Moderna del IMMS, 1986, s.p.).

 

El último desfile en el que participaron, fue el del 20 de noviembre de 1986; algunos recuerdos de ese día son:

 

Íbamos a participar con unas jóvenes gimnastas de Guadalajara y para montar la coreografía invitaron a Vera Caslavska[6], el vestuario nos lo trajeron de Estados Unidos, mallas y leotardo rosa mexicano, la falda de danza clásica larga, zapatos de tacón como los de danza folclórica y un tocado de flores; a nosotros nos habían puesto atrás y a las gimnastas adelante; pero en el ensayo general llegaron las autoridades del IMSS y nos colocaron al frente y en la lateral, es decir en la línea que pasa enfrente del balcón presidencial. El trabajo de la maestra Socorro Bastida era muy respetado (Rico, 2015).

 

El Grupo estuvo vigente durante trece años (1977-1990) y, en este lapso, tuvo tres nombres: Grupo representativo de danza moderna de Prestaciones Sociales del IMSS, después, Ballet Contemporáneo de Prestaciones Sociales y, una vez que la maestra Socorro Bastida se jubiló del IMSS, adoptó el nombre de Canto a la Vida, con el cual se presentó de 1986 a 1990.

 

En todos estos años viajó a diferentes sitios de la República Mexicana: Veracruz, Querétaro, Puebla, San Luis Potosí, Aguascalientes, Estado de México, Hidalgo, Michoacán, Tlaxcala, Tabasco, Guerrero y Morelos, y se presentó en diferentes foros del IMSS, del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y de otras instituciones públicas y privadas, así como en los coloquios nacionales e internacionales que organizó el Seguro Social.

 

 

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

 

En esta tercera parte se mencionan algunas de las características del Grupo representativo de danza moderna del IMSS, que son fundamentales por su repercusión social, estética, formativa y por el vínculo que se busca entre intérprete y público.

 

El Grupo se integró con estudiantes de los CSS de la Institución, quienes ingresaron a los talleres sin sustentar ningún examen de admisión y sin pagar ninguna cuota, incluso, para inscribirse no era necesario estar asegurados por el IMSS, porque los talleres estaban abiertos al público en general; esta situación es fundamental recalcarla, como servicio a la comunidad, ya que quizá, varias de las integrantes, si no hubiera sido por esta gratuidad, jamás hubieran tenido contacto con la danza y mucho menos al nivel que la practicaron.

 

El Estado, como responsable de garantizar la seguridad social de los mexicanos, abrió los talleres de danza y apoyó a las integrantes del grupo para que aprovecharan los cursos de capacitación que impartían a los docentes de danza del IMSS; así es como las bailarinas del Grupo representativo tuvieron la oportunidad de tomar clases y cursos de capacitación con maestros nacionales e internacionales, e, incluso, la institución les proporcionó, sin costo alguno, el vestuario y las apoyó económicamente para asistir a giras al interior de la República Mexicana. 

 

Seguramente, la experiencia de las jóvenes fue gratificante, porque la compañía duró 13 años de vida, periodo que puede dividirse en dos etapas de trabajo: de 1977 a 1984 y de 1984 a 1990, en las que más de 40 jóvenes tuvieron la oportunidad de aprender danza y bailar en diferentes foros del país.

 

Una práctica que es importante rescatar de esta experiencia, es la práctica escénica para estudiantes de danza de talleres libres, al entender como práctica escénica la preparación de un trabajo coreográfico o creativo para presentarlo ante el público, ya sea en el aula o en foro, cuidando que las obras estén de acuerdo con las características del grupo y del evento o función en la que participaban.  Algunos beneficios de estas prácticas son:

 

a) Que el estudiante tenga la posibilidad de sentir la experiencia estética, es decir, la alegría y el disfrute que provoca moverse con conocimiento de causa, lo que en otras palabras significa, percibir una “experiencia vital que se convierte en conciencia… que se vive intensamente, y que involucra a todo el ser” (Durán, 2014, p. 135).

 

b) Conocer lo que significa un trabajo colaborativo, en donde los integrantes se reúnen y “se mueven con el fin de demostrar su deseo de establecer contacto con los otros” (Laban, 1987, p. 14), situación difícil de lograr en la sociedad actual que suele ser individualista y en la que es difícil entablar una comunicación corporal grupal.

 

c) Vivir la experiencia de colaborar y trabajar para un fin común, en virtud de que el intérprete “debe adaptar sus acciones individuales… a las condiciones de la creación corporativa.  Por medio de ambos esfuerzos, individual y corporativo, el objetivo del intérprete es hacer contacto con el público que es un socio esencial en cualquier tipo de representación” (Laban, 1987, p.  224).

 

d) Colaborar para crear un vínculo entre intérpretes y público que no se reduce a una mera diversión sino que, según Laban (1987):

 

Concede la posibilidad de echar una mirada por el interior de ese taller donde se genera el poder de reflexión y de acción… permite algo más que una mayor comprensión de la vida; ofrece la experiencia inspiradora de una realidad que trasciende nuestros miedos y satisfacciones habituales (p. 18).

 

Además, el hecho de presentarse en los teatros, seguramente para las bailarinas del grupo fue un gran incentivo ya que lograron un buen nivel técnico, que fue ratificado por la prensa y el público en general, e, incluso, por el gremio de la danza desde el momento en que el Grupo representativo recibió diversas invitaciones para presentarse en funciones y festivales organizados por otras instituciones.

 

Su participación en varios foros, permitió a sus integrantes compartir la escena con grupos profesionales nacionales y extranjeros.

 

Todos estos logros fueron apuntalados por Socorro Bastida, directora y coreógrafa del Grupo, quien las dirigió, transmitiéndoles su experiencia y conocimientos sobre danza clásica, jazz y diversas técnicas dancísticas como Luigi, Limón y Graham.

 

El tejido de experiencias antes mencionado, contribuyó a que algunas de las integrantes del grupo se dedicaran profesionalmente a la danza.

 

Después de trece años de trabajo intenso, el Grupo representativo se disolvió, varios factores influyeron: Socorro Bastida se jubiló del IMSS en 1986, y aunque continuó cuatro años más, seguramente sus actividades académicas la absorbieron y ya no fue posible dedicarles tanto tiempo; por otro lado, aunque el Grupo tuvo dos etapas de trabajo, y en la segunda se integraron nuevos elementos, algunas de las bailarinas estaban desde sus inicios y, después de más de diez años de trabajo, empezaron a tomar diferentes caminos.

 

Algunas bailarinas se casaron, otras se dedicaron a trabajar en sus profesiones, “hubo quien se dedicó a la comedia musical; Karla Garay estudió medicina; Luz María Anaya estudió derecho; Celia Elizondo estudió educación física; yo [Patricia Rico] estaba en vías de casarme y me dediqué a dar clases de danza” (Rico, 2015).

 

Otro factor que influyó en la disolución del Grupo, fue el temblor de 1985, porque se cayó el Teatro Hidalgo y el salón en el que practicaban, y, aunque Socorro Bastida buscó otro espacio en la Unidad Independencia, el IMSS, después del temblor, nunca volvió a ser lo mismo.

 

En memoria del Grupo quedó una placa conmemorativa en el Teatro de la Danza que recuerda su participación en el VI Coloquio Internacional de Danza Contemporánea del IMSS.

 

Cabe decir, que varias de las integrantes continúan en contacto con la maestra Bastida, a quien le piden consejo de cómo guiar y enseñar a sus grupos, incluso, algunas han visitado las clases que la maestra da en otras instituciones, para seguir alimentándose de su experiencia.  Al respecto, Patricia Rico (2015) dice:

 

Continúo en contacto con la maestra y sigo su consejo, les doy a mis alumnas danza clásica para lograr una línea estética, equilibrio corporal, dominio en las posiciones, para que después, puedan bailar lo que sea…  aún recuerdo lo que Socorro Bastida nos dijo el día que se despidió de nosotros: “nunca dejen de bailar”.

 

 

FUENTES PRIMARIAS

 

Bastida, Socorro. (22 de agosto de 2014). Entrevista de R. Ramos [Cinta de audio]. Para el proyecto Danza, vida y salud. Socorro Bastida, la danza clásica y moderna en el Instituto Mexicano del Seguro Social, Ciudad de México.

 

Rico, Patricia. (20 de abril de 2015). Entrevista de R. Ramos [Cinta de audio]. Para el proyecto Danza, vida y salud. Socorro Bastida, la danza clásica y moderna en el Instituto Mexicano del Seguro Social, Ciudad de México.

 

REFERENCIAS

 

Aguirre, M.E. (2001). Rostros históricos de la educación. Miradas, estilos, recuerdos. México: Fondo de Cultura Económica, CESU, UNAM.

 

Braudel, F. (1970). La historia y las ciencias sociales (Trad. J. Gómez). Madrid: Alianza Editorial.

 

Congreso de la República de México. (1943, 19 de enero). Ley del Seguro Social. Por la cual se crea el Seguro Social en 1943. Diario Oficial no. 16, tomo CXXXVI. México, DF.

 

Congreso de la República de México. (1995, 21 de diciembre). Ley del Seguro Social. Por la cual se promulga la Ley del Seguro Social de 1995. Recuperada de http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/ref/lss/LSS_orig_21dic95.pdf

 

Coordinación Nacional de Danza Clásica y Moderna del IMSS. (noviembre, 1986). Reporte de trabajo. Manuscrito inédito.

 

Documento mecanográfico. (1986). Desfile del 20 de noviembre de 1986. Manuscrito inédito.

 

Durán, L. (2014). Trifásico de Lin Durán. En Cenidi-danza José Limón, INBA (Ed.), Manual del coreógrafo (pp. 63-150). México: Cenidi-danza José Limón, INBA.

 

Foucault, M. (1999). Estrategias de poder (Trad. F. Álvarez-Uría & J. Varela). Barcelona: Editorial Paidós.

 

Instituto Mexicano del Seguro Social. (1983). Instituto Mexicano del Seguro Social 1943-1983. 40 años de historia. México: IMSS.

 

Laban, R. (1987). El dominio del movimiento. Madrid: Editorial Fundamentos.

 

Ramos, R. (2015). Danzar para la salud. La práctica y la formación dancística en el Instituto Mexicano del Seguro Social (ca. 1943-1976). México: Cenidi-danza José Limón del INBA.

 

Ramos, R. (agosto-noviembre, 2017). Socorro Bastida y Muro. Una vida en la danza. Entreciencias: diálogos en la Sociedad del Conocimiento, 5(13).  Recuperado de http://revistas.unam.mx/index.php/entreciencias/issue/view/4771/showToc

 

 



[1] Artículo derivado de la investigación: Danza, vida y salud. Socorro Bastida, la danza clásica y moderna en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) (ca. 1956-1992). Avalada y financiada por el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza José Limón del Instituto Nacional de Bellas Artes de México.

[2]Doctora en Pedagogía, Universidad Nacional Autónoma de México. Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza José Limón del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA. E-mail: nazult@hotmail.com, ORCID: https://orcid.org/0000-0001-8887-5300, México (México).

 

[3] Bailaron. Evoluciones y variaciones, c. Socorro Bastida, m. batería y actuación especial de Salvador Agüero; Poema, C. Roseyra Marenco, m. de Lolita de la Colina y “Te he querido tanto” de Ray Galindo, voz Raquel Olmedo; Veracruz, c. Roseyra Marenco, m. Baqueiro y Foster; El Cóndor pasa, c. Socorro Bastida, música popular peruana; Danzas indígenas jaliscienses, c. Roseyra Marenco, m. José Rolón Los créditos fueron: dirección Socorro Bastida, asistente de dirección Roseyra Marenco. Bailarinas: Elizabeth Betancourt, Claudia Cerecedo, Gabriela Cerecedo, Laura Cerecedo, Georgina Gutiérrez, Soledad Juárez, Ana María Juárez, Roseyra Marenco, Patricia Terrazas, Alicia Valdez, Elsa P. Martínez, Cristina Ruiz, Laura Arteaga, Patricia Rico, Silvia Aguilera, Sara Fernández.   (Información en el Programa de mano del Segundo Festival de Danza Moderna, Teatro Félix Azuela del IMSS, del 23 de noviembre al 2 de diciembre de 1979).

[4] Los años en que participaron en el desfile del 20 de noviembre, fueron: 1978, 1980, 1981, 1982, 1983, 1984, 1985, 1986 y el 6 de enero en 1984, según consta en oficios firmados por María Eugenia Moreno y Margarita González Gamio quienes estuvieron a cargo del área de Promoción Cultural de Prestaciones Sociales.

[5] Clavadista mexicano que ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980 en la modalidad de trampolín de 3 metros y en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles de 1984 el décimo segundo lugar.

[6] Gimnasta olímpica que nació en Praga, ganó varias medallas olímpicas y mundiales representando a la antigua Checoslovaquia. Fue conocida como la reina de los juegos olímpicos de México de 1968.