Formar en la autorregulación del aprendizaje para una vida social sana[1]

 


Edgar Julián Mora-Benavides[2]*

Corporación Universitaria Minuto de Dios – UNIMINUTO, Colombia

 

Yady Eliana Mur-Bihuchy[3]

Corporación Universitaria Minuto de Dios – UNIMINUTO, Colombia

 

Tany Giselle Fernández- Guayana[4]

Corporación Universitaria Minuto de Dios – UNIMINUTO, Colombia

 

Autor de correspondencia*: edgar.mora@uniminuto.edu.co

 

Mora-Benavides, E., Mur-Bihuchy, Y. & Fernandez-Guayana, T. (2024). Formar en la autorregulación del aprendizaje para una vida social sana. Revista Electrónica en Educación y Pedagogía, 8(14), 22-38. doi: https://doi.org/10.15658/rev.electron.educ.pedagog24.02081411

 

Recibido: agosto 10 de 2022/ Revisado: agosto 16 de 2022/Aceptado: septiembre 11 de 2022

 

 

Resumen: El proceso de la autorregulación entendida como la capacidad de controlar los pensamientos, acciones, emociones y motivación para alcanzar las metas propuestas, no sólo es indispensable para el aprendizaje, sino que conlleva una serie de procesos que influyen en la calidad de las interacciones humanas y de una vida social sana. En ese sentido, este ensayo tiene como objetivo profundizar la importancia de la autorregulación del aprendizaje en el contexto de las relaciones sociales a partir de la educación, así como proponer estrategias de aula que faciliten su desarrollo. Para ello, metodológicamente se realiza una discusión teórica que permite defender o rebatir la tesis propuesta. En la reflexión se encuentra que la autorregulación del aprendizaje comprende procesos cognitivos, motivacionales, emocionales y afectivos que regulan tanto en el pensamiento como el comportamiento, incidiendo en la calidad de las relaciones interpersonales. Se concluye que el éxito de un adulto hoy, no sólo se debe a sus competencias, conocimientos y experiencias, sino también de su capacidad autorreguladora en función de los propósitos, tareas o metas que establece para el cumplimiento de sus proyectos personales y actividades laborales. Es así como surge la necesidad de ampliar las funciones de la autorregulación del aprendizaje y brindar herramientas pedagógicas que faciliten su desarrollo desde el hogar y la escuela.

 

Palabras clave: aprendizaje, educación, medio social, motivación (Tesauros)

 

 

Educate in self-regulation of learning for a healthy social life

 

Abstract: The process of self-regulation, understood as the ability to control thoughts, actions, emotions and motivation to achieve proposed goals, is not only essential for learning, but entails a series of processes that influence the quality of human interactions and of a healthy social life. In this sense, this essay aims to deepen the importance of self-regulation of learning in the context of social relationships based on education, as well as to propose classroom strategies that facilitate its development. To do this, methodologically a theoretical discussion is carried out that allows the proposed thesis to be defended or refuted. In the reflection it is found that the self-regulation of learning includes cognitive, motivational, emotional and affective processes that regulate both thought and behavior, influencing the quality of interpersonal relationships.  It is concluded that the success of an adult today is not only due to their skills, knowledge and experiences, but also their self-regulatory capacity based on the purposes, tasks or goals they establish for the fulfillment of their personal projects and work activities. This is how the need arises to expand the functions of self-regulation of learning and provide pedagogical tools that facilitate its development from home and school.

 

Keywords: learning, education, social environment, motivation (Thesaurus)

 

 

Treinar na autorregulação da aprendizagem para uma vida social saudável

 

Resumo: O processo de autorregulação, entendido como a capacidade de controlar pensamentos, ações, emoções e motivação para atingir os objetivos propostos, não é apenas essencial para a aprendizagem, mas envolve uma série de processos que influenciam a qualidade das interações humanas e de um ambiente social saudável. vida. Nesse sentido, este ensaio visa aprofundar a importância da autorregulação da aprendizagem no contexto das relações sociais baseadas na educação, bem como propor estratégias de sala de aula que facilitem o seu desenvolvimento. Para isso, metodologicamente é realizada uma discussão teórica que permite defender ou refutar a tese proposta. Na reflexão verifica-se que a autorregulação da aprendizagem inclui processos cognitivos, motivacionais, emocionais e afetivos que regulam tanto o pensamento como o comportamento, influenciando a qualidade das relações interpessoais.  Conclui-se que o sucesso de um adulto hoje não se deve apenas às suas competências, conhecimentos e experiências, mas também à sua capacidade de autorregulação com base nos propósitos, tarefas ou metas que estabelece para a realização dos seus projetos pessoais e atividades laborais. É assim que surge a necessidade de ampliar as funções de autorregulação da aprendizagem e fornecer ferramentas pedagógicas que facilitem o seu desenvolvimento em casa e na escola.

 

Palavras-chave: aprendizagem, educação, ambiente social, motivação (Tesauros)

 

 

Introducción

 

La autorregulación se puede definir como la autonomía y habilidad de administrar los asuntos de un sujeto con el propósito de tomar buenas decisiones. El aprendizaje autorregulado va vinculado con una mejor retención de contenido, una mayor implicación con los estudios y un mejor rendimiento académico. Es aquella habilidad que permite control y autogeneración de pensamientos, comportamientos, emociones, sentimientos que los individuos utilizan para alcanzar sus metas u objetivos. Sin embargo, la autorregulación trasciende sus efectos, ya que no solo se encarga de monitorear los procesos cognitivos de los sujetos, sino que también influye directamente en su comportamiento y en el éxito social.

 

Aproximarse entonces al concepto de autorregulación del aprendizaje, permite reconocer las actividades para alcanzar los objetivos que requieren de esfuerzo, de procesos, y en ocasiones, de la superación de obstáculos. Permanecer concentrado y persistir en las tareas son ejemplos claros de un individuo con autorregulación. Hoy día, dada las implicaciones de la autorregulación, el término se ha extendido a los más diversos campos de aplicación de la psicología y la educación, lo que evidencia el aumento de interés por su estudio (Boekaerts et al., 2005).

 

Uno de los campos de abordaje de la autorregulación del aprendizaje, es su implicancia en la vida social, ya que esta inicia desde las primeras edades y va puliéndose durante las etapas del ciclo vital. En la socialización, los sujetos adoptan patrones sociales determinados como propios, esto lo consiguen mediante la autorregulación de sus pensamientos y comportamientos para luego lograr una cierta independencia a la hora de adaptarse a las expectativas de la sociedad. Podría decirse entonces que la autorregulación del aprendizaje es el fundamento de la socialización, la cual no sólo requiere conciencia cognoscitiva, sino también, del control emocional en las relaciones.

 

Al respecto, García et al. (2024) afirman que existe relación entre:

 

Los aspectos hereditarios, las prácticas de crianza, las condiciones socioeconómicas y los aspectos emergentes del contexto, en niños, niñas y adolescentes con respecto a las destrezas cognitivas y la capacidad autorreguladora del aprendizaje. (p.183)

 

Por lo anterior, es importante resaltar que cada uno de los procesos autorregulados del aprendizaje influyen en la vida personal y social, ya que ayudan a orientar sus acciones y comportamientos ante situaciones presentadas del día a día. Gracias a ese ejercicio de autocontrol y de metacognición, los procesos de socialización facilitan los medios para que pueda existir una participación social de los individuos.

 

Al entender la importancia de la autorregulación del aprendizaje no solo para el ámbito de enseñanza-aprendizaje, sino también para las habilidades sociales, se abren las posibilidades de formación en la empatía, inteligencia emocional, asertividad, capacidad de escucha, de resolución de conflictos y de negociación, aspectos necesarios en los procesos de socialización y de buen desempeño. Es así como a mayor autorregulación del aprendizaje se logra calidad de las interacciones humanas, trayendo como resultado una vida social sana.

 

Por lo tanto, este ensayo sugiere reflexiones de índole teórico con el propósito de profundizar la importancia de la autorregulación del aprendizaje en los procesos de socialización de los estudiantes y su vida adulta futura. Se reconoce que la autorregulación actúa de forma significativa tanto en la salud como en el éxito académico-laboral. En ese sentido, se busca responder al cuestionamiento de ¿Cuál es el impacto de la autorregulación del aprendizaje, desde el campo educativo, para una vida social plena? Comprendiendo que la autorregulación del aprendizaje es un proceso de carácter personal, conductual y contextual que beneficia las metas como un factor clave en la vida social.

 

Para lograr lo anterior, el presente ensayo realiza un ejercicio de discusión teórica a partir de la metodología interpretativa de textos, o también denominada ejercicio hermenéutico, a partir de la lectura, contraste y análisis de documentos. Se realiza una búsqueda de documentos publicados entre libros, artículos científicos y ensayos publicados entre 2012 y 2024 que abordan las categorías de autorregulación, autorregulación del aprendizaje, entorno social, vida social, enseñanza de la autorregulación, prácticas educativas y autorregulación del aprendizaje.

 

 

Desarrollo del tema

 

La autorregulación como concepto

 

La gran variedad de definiciones sobre la autorregulación permite desplegar este constructo en ámbitos muy distintos. Se puede abordar desde el campo de la educación, se puede aplicar analíticamente en las particularidades de las etapas del ciclo vital o se puede analizar desde las dimensiones del ser. No obstante, la autorregulación desde el contexto académico se dirige al aprendizaje y, por tanto, se convierte en uno de los propósitos de la enseñanza (De Smul et al., 2019).

 

En ámbitos educativos, autorregulación y autorregulación del aprendizaje aparecen con frecuencia como sinónimos, pero presentan sus particularidades. Una definición de autorregulación utilizada de modo recurrente es la propuesta desde el enfoque sociocognitivo trabajado por Zimmerman (2000): “[La autorregulación se refiere a] pensamientos, sentimientos y conductas autogeneradas que se planifican y adaptan sistémicamente para alcanzar las metas personales” (p.14). La autorregulación se define entonces como una competencia que combina factores cognitivos, motivaciones y conductuales que proporcionan autonomía en los sujetos. Para lograr este nivel, se requiere de un proceso activo y constructivo en el monitoreo y ajuste de las actividades mentales (Soler-Cifuentes et al., 2021).

 

En la autorregulación del aprendizaje, por su parte, se incluyen aquellos procesos por los que los aprendices personalmente activan y sostienen sus cogniciones, afectos y conductas de forma sistémica para alcanzar objetivos propuestos por el docente en las tareas escolares. Se suma a este proceso los pasos que realiza el estudiante para lograr los objetivos de aprendizaje. Ejemplo de ello es prepararse para una prueba, hacer tareas domiciliarias, realizar escritos, desarrollar proyectos, entre otros (Schunk, 2012). De esta manera, el estudiante controla de forma consciente y reflexiva las estrategias para el aprendizaje autónomo (Cely-González et al., 2021).

 

Por lo anterior, se pude concebir la autorregulación como un proceso multicomponencial, multinivel, interactivo y autodirigido orientado al cumplimiento de los objetivos propios (Doménech, 2017). Esta preposición aporta una mirada distinta sobre los procesos de evaluación, asesoramiento e intervención educativa porque implica, para los agentes educativos, comprender las fases de planificación, ejecución y autorreflexión que el estudiante realiza a la hora de lograr su propio aprendizaje (Schunk, 2012). En ese sentido, las teorías coinciden en que la autorregulación es una capacidad compuesta de diferentes ciclos de la experiencia y posibilita la activación de estrategias de aprendizaje (Panadero y Tapia, 2014).

 

Es así como se afirma que la autorregulación del aprendizaje es un aspecto fundamental en el proceso educativo que implica en los estudiantes ser capaces de gestionar y dirigir su propio proceso de aprendizaje bajo la influencia de un contexto familiar, momento histórico y entorno cultural determinado. Al día de hoy, este concepto sigue siendo objeto de estudio y de debate para la educación; empero, uno de los puntos de encuentro es que se le considera una de las principales herramientas en los procesos de enseñanza y aprendizaje, ya que su ejercicio posibilita en los estudiantes la capacidad de alcanzar mejores resultados académicos y desarrollar habilidades que usarán a lo largo de su vida. Sin embargo, esta no es una habilidad innata, y muchos estudiantes pueden enfrentar dificultades para desarrollarla.

 

La autorregulación del aprendizaje en educación

 

En estos tiempos, la relación entre la educación y la autorregulación se ha convertido en uno de los temas que ha incrementado el interés en el campo educativo. Según Dieser (2019) y Lamas (2008), la autorregulación del aprendizaje se refiere a la capacidad de los educandos para ser participantes activos en su proceso educativo desde una perspectiva metacognitiva, motivacional y conductual. Este enfoque enfatiza en la importancia de empoderar a los estudiantes para que gestionen su propio aprendizaje de una forma efectiva, cosa que se denomina metacognición.

 

Estudios recientes a nivel nacional determinan que la autorregulación del aprendizaje concierne a una habilidad fundamental para el éxito académico, pero también al desarrollo personal de los estudiantes (García et al., 2024). Esto se debe a que la autorregulación trae consigo el autoconocimiento acerca de la propia realidad en contexto para encaminar los hábitos y estrategias en la consecución de las metas propuestas. Conocer las habilidades y limitaciones propias posibilita la construcción de la autonomía, la proactividad, la planificación y el control del tiempo en el momento de tomar decisiones, así como el desarrollo de la conciencia metacognitiva (Álvarez -Agudelo et al., 2023).

 

Por lo anterior, Arpi (2019) destaca la relevancia de la práctica de enseñanza en el fomento de la autorregulación del aprendizaje porque no todos los enfoques pedagógicos influyen en el desarrollo de la independencia ni en el sentido crítico de los estudiantes. De manera que, es importante el liderazgo ejercido por el docente, ya que si este propone entornos positivos es probable que se facilite la motivación, se comprendan las necesidades, intereses y objetivos particulares de los estudiantes, se potencie el trabajo cooperativo, se desarrolle la autoestima en los logros obtenidos, y, por tanto, los educandos estarán listos para autorregularse.

 

En resumen, el aprendizaje autorregulado es el camino para que los estudiantes se conviertan en dueños de su propio aprendizaje y, por tanto, de su proceso educativo. La formación adecuada de la autorregulación posibilita en ellos la autogeneración de pensamientos, sentimientos y acciones para conseguir sus metas en una visión triádica y recíproca. Cuando los estudiantes trabajan en sus tareas, regulan sus factores personales, estableciendo metas, monitoreando sus procesos, autoevaluando sus progresos y evaluando su autoeficacia para continuar aprendiendo. Como consecuencia, el estudiante se motiva a crear ambientes, buscar estrategias y recursos para lograr las metas. No obstante, para que esto se logre, se debe tener en cuenta la personalidad y los contextos familiares, territoriales y culturales en los que cada uno de los educandos se desarrolla.

 

La autorregulación del aprendizaje en el entorno social

 

Cuando el sujeto es capaz de autorregularse, puede establecer relaciones saludables y satisfactorias con los demás. Se puede comunicar de manera más clara y efectiva, puede establecer límites, comprender las emociones de los otros y responder de manera apropiada a las dificultades del momento. La autorregulación también permite gestionar las emociones y controlar los impulsos. Es fundamental para desarrollar la capacidad de tolerancia a la frustración y para insistir en lograr los objetivos personales. El desarrollo adecuado de la autorregulación abre el camino hacia el éxito de las personas, basándose en los conocimientos y habilidades que tenga o vaya desarrollando en el camino de su aprendizaje. Esto permite seguir pautas y controlar la atención para lograr experiencias de aprendizaje plenas que posibilitan encontrar el propio lugar en la sociedad.

 

Por su parte, la cultura como entorno social condicionante hace que cada individuo desarrolle un conjunto de valores y acciones que le permiten adaptarse a las demandas del momento histórico o del grupo social a donde pertenece. Eso significa que el entorno social influye, a su vez, en la autorregulación del aprendizaje de los estudiantes, ya que afecta su rendimiento académico y comportamental. Por el entorno social, los mecanismos de autorregulación se ven influenciados a partir de los gustos, los oficios, las creencias y las costumbres que han de ser importantes para la vida en sociedad. Esa es la razón por la cual algunos educandos se comportan diferente dentro y fuera de la escuela.

 

Al respecto, investigaciones a nivel nacional demuestran que los fenómenos sociales son un factor determinante en los procesos de autorregulación de los estudiantes porque determinan su conducta en el aprendizaje y en las relaciones interpersonales. Es así como la cultura, el contexto familiar, el ambiente de pares, el escenario de las redes sociales y del internet inciden en la manera como los estudiantes conciben el aprendizaje y despliegan estrategias para lograr el conocimiento (Álvarez García et al., 2024). Todo ello en conjunto, determina el potencial de autoeficacia no solo para responder a las actividades escolares y mejorar el desempeño, sino que repercuten en la motivación para trabajar en equipo, en la delegación de tareas y en la responsabilidad (Hernández-Rodríguez et al., 2023).

 

Fernández et al. (2024), por su parte, manifiestan que existe una incidencia de doble vía entre la autorregulación del aprendizaje y el entorno social. Eso significa que no solo la autorregulación incide en mejores prácticas sociales, sino que, a su vez, el propio entorno afecta el desarrollo de la autorregulación del aprendizaje. En su estudio llevado a cabo en 9 departamentos de Colombia y con una muestra de 137 participantes se llegó a la conclusión de que las prácticas políticas de turno, la experiencia vivida, el arraigo a los territorios, la herencia oral y comportamental, las cosmovisiones transmitidas de generación en generación, las creencias familiares, la realidad socioeconómica, la presión de grupos, la competencia entre pares y las relaciones interpersonales influyen en la forma como aprenden los estudiantes.

 

En tal sentido, reconocer que la autorregulación del aprendizaje no es un proceso aislado, sino que viene influenciado por el entorno social y la cultura donde los estudiantes se desenvuelven día a día, posibilita brindar herramientas para afrontar la vida cotidiana con decisiones acertadas (Doménech, 2017). Por lo tanto, se debe hacer una elección apropiada de las metas de aprendizaje y diseñar ambientes adecuados para hacerse cargo del propio proceso de aprendizaje sin importar la realidad contextual en el cual se encuentre el estudiante. De hecho, los elementos del entorno social representan recursos que pueden utilizarse en las actividades de aula porque vinculan la realidad circundante de los estudiantes como sus costumbres y modos de vida, generando así motivación por el entorno familiar, el barrio, la comunidad y las amistades (Terán et al., 2015).

 

Todo lo anterior, indica que en los procesos educativos y de formación humana se hace imprescindible partir del contexto sociocultural de los estudiantes para la planeación pedagógica, pero también para comprender su influencia en los procesos de autorregulación del aprendizaje. En ese orden de ideas, los factores del entorno social, tales como, el cultural, económico, familiar, relacional contextual y las dinámicas sociales a través de las TIC, determinan la forma como aprenden los estudiantes y su capacidad autorreguladora. Esto se debe a que el medio afecta el comportamiento, el interés por continuar en el aprendizaje, el descubrimiento y la investigación.

 

 

Conclusiones

 

No cabe duda de que los diferentes fenómenos sociales afectan los procesos autorregulatorios de los estudiantes y, a su vez, la autorregulación del aprendizaje afecta la manera como los estudiantes se relacionan con el medio social. Para lograr sinergia entre estas dos variables, se reconoce la importancia de hacer partícipes a todos los actores dentro del proceso educativo que posibiliten la coordinación de actividades pedagógicas que garanticen el correcto proceso de enseñanza y aprendizaje. Se hace necesario propiciar actividades que motiven a los estudiantes, que busquen optimizar su rendimiento académico y mejorar su actitud frente a los procesos presentes en el aula. Para lograrlo, la escuela debe tener en cuenta la influencia del entorno sociocultural.

 

Entre esas estrategias se encuentran la evaluación periódica de trabajos, solicitud de avances en los proyectos y tareas escolares, establecer reglas en las actividades y diseñar pasos para el cumplimiento de las metas de aprendizaje. También se puede recompensar los micro logros obtenidos por los estudiantes mediante premios físicos o simbólicos. Estas estrategias garantizan que los estudiantes formen su autorregulación del aprendizaje mediante la planificación: analizando la tarea asignada, estableciendo metas y planificando las acciones para lograrla; la ejecución: manteniendo la concentración en la tarea y utilizando recursos para no rendirse; la autorreflexión: explicando cómo se logró la tarea, justificando el éxito o fracaso en la misma y, expresando las emociones del proceso y resultado obtenido.

 

Es por esa razón que tiene gran importancia las prácticas educativas adecuadas que ayuden a fomentar la autorregulación del aprendizaje en beneficio de las habilidades para desenvolverse en el entorno social. Las actividades de aula deben entonces adaptarse a las necesidades específicas de los territorios, a las diferentes características socioeconómicas y las realidades culturales de los estudiantes. Una vez el docente adopte dichas cuestiones en su programación y plan de aula, se garantiza la formación de la metacognición, el trabajo colaborativo, la promoción de la autonomía y la reflexión de los procesos de aprendizaje a partir de aspectos sociales significativos para los estudiantes.

 

Adicionalmente, es de suma importancia la participación de los padres de familia porque con su orientación, apoyo y motivación posibilitan sinergia con los propósitos educativos de los planteles educativos. Su trabajo entrelazado puede ayudar a mejorar el rendimiento académico de sus hijos, fomentar un buen comportamiento y vivir valores sociales en la cotidianidad de la escuela. Es así como formar en la autorregulación del aprendizaje es esencial para el éxito académico y el desarrollo de habilidades para la vida, pero este proceso siempre estará ligado al entorno social donde se desenvuelven los estudiantes.

 

Por ese motivo, el aporte de este ensayo es crítico. Las anteriores reflexiones dan cuenta de la importancia de ampliar los horizontes de sentido sobre la autorregulación y la autorregulación del aprendizaje en el campo educativo. Si bien estos procesos de índole cognitivo, comportamental y emocional son indispensables para el desempeño estudiantil presente, sus repercusiones son aún mayores en la adultez. Mediante la formación en la autorregulación del aprendizaje se garantiza futuros ciudadanos que pueden trabajar en equipo, responsables de sus acciones, comprometidos con sus funciones como sujetos sociales, familiares y laborales. Un estudiante formado en el proceso de la autorregulación no solo sabrá valerse por sí mismo a través de la autodidáctica y la metacognición, sino que también sabrá relacionarse con las diferentes personalidades, respetará las diferencias individuales, se comunicará de manera asertiva, comprenderá las emociones de los otros, pondrá límites y tomará mejores decisiones.

 

 

Referencias

 

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Boekaerts, M., Maes, S. y Karoly, P. (2005). Self-regulation across domains of applied psychology: is there an emerging consensus? Applied Psychology: An International Review, 54(2), 149–154 https://doi.org/10.1111/j.1464-0597.2005.00201.x

 

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De Smul, M., Heirweg, S., Van Keer, H. y Devos, G. (2019). It’s not only about the teacher! A qualitative study into the role of school climate in primary schools. School Effectiveness and School Improvement, 37(6), 929-953. https://doi.org/10.1080/09243453.2019.1672758

 

Dieser, M.P. (2019). Estrategias de autorregulación del aprendizaje y rendimiento académico en escenarios educativos mediados por tecnologías de la información y la comunicación [Tesis doctoral, Universidad Nacional de La Plata). Repositorio Institucional. http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/85104

 

Doménech, A. (2017). Comportamiento y emociones en la infancia media y tardía. Contexto familiar y social [Tesis doctoral, Universitat de Valencia]. Roderic Repositorio Institucional. http://hdl.handle.net/10550/61256

 

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[1] Artículo derivado del proyecto de investigación “Influencia del entorno social en la capacidad autorreguladora de los estudiantes en Colombia” avalada y financiada por la Maestría en Educación de la Corporación Universitaria Minuto de Dios-UNIMINUTO

[2] Estudiante de Maestría en Educación, Corporación Universitaria Minuto de Dios - UNIMINUTO. ORCID: https://orcid.org/0009-0003-5571-4190. E-mail: edgar.mora@uniminuto.edu.co. Bogotá, Colombia

[3] Estudiante de Maestría en Educación, Corporación Universitaria Minuto de Dios - UNIMINUTO. ORCID: https://orcid.org/0009-0009-0482-609X. E-mail: ymurbihu@uniminuto.edu.co. Bogotá, Colombia

[4] Magíster en educación y Desarrollo Humano, Universidad de Manizales. Coordinadora de Investigación de la Maestría en Educación, Corporación Universitaria Minuto de Dios – UNIMINUTO. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4726-5028. E-mail: tany.fernandez.g@uniminuto.edu.co  – tany.fernandezg@gmail.com  Bogotá, Colombia